Como canadiense de primera generación cuyos padres y abuelos nacieron en el este de África, Sabrina Habibsiempre ha sentido que ganó la «lotería genética». Simplemente por haber nacido en Canadá, tuvo acceso a una educación pública de calidad y un excelente sistema de atención sanitaria. Sabrina tomó conciencia de la verdad inherente de que el lugar donde se nace a menudo determina la trayectoria de su vida.

Desde muy joven, Sabrina sintió la responsabilidad de ofrecer a los niños que crecen en las comunidades pobres de África Oriental, una oportunidad para que pudieran salir de sus ciclos intergeneracionales de pobreza. Así, Sabrina trabajó con la Red de Desarrollo Aga Khan en África Oriental, administrando un proyecto integrado de atención primaria de la salud y la de innovaciones sociales. Fue en ese momento cuando Sabrina comprendió que la crisis del cuidado de niños que tenía lugar en los barrios marginales de Nairobi debía afrontarse de manera diferente.

En 2014 lanzó Kidogo, una empresa social escalable sin ánimo de lucro. Desde entonces, se ha convertido en la red de cuidado infantil más grande de Kenia, asegurando que los niños pequeños reciban el cuidado, la nutrición y la estimulación que necesitan para prosperar en sus primeros años, al tiempo que permite que sus madres trabajen con tranquilidad. Kidogo utiliza un modelo innovador de franquicia social que equipa a las mujeres («mama emprendedoras») con el conocimiento, las habilidades y las herramientas de apoyo para iniciar o hacer crecer sus propias microempresas de cuidado infantil.