Guillermo Mínguez: «El premio nos ayuda a dar a conocer la importancia de la investigación»
junio 15, 2018
El químico es el ganador del Premio Fundación Princesa de Girona Investigación Científica 2018, ex aequo con la ingeniera química María Escudero.

Guillermo Mínguez Espallargas (Sevilla, 1981), investigador en el Instituto de Ciencia Molecular de la Universidad de Valencia, es uno de los dos ganadores del Premio Fundación Princesa de Girona Investigación Científica 2018, junto con la ingeniera química María Escudero. El jurado del galardón valoró «su labor en el diseño de tamices moleculares híbridos que permiten la síntesis de materiales nanoestructurados a la carta», y destacó en particular el impacto de sus trabajos en MOF (Metallic Organic Frameworks) magnéticos.

«Los nuevos materiales porosos desarrollados tendrán una gran repercusión en campos como el medio ambiente o la energía», auguraba el jurado del Premio, formado por el físico y presidente de los rectores europeos Rolf Tarrach —que ejerció la presidencia—, la bioquímica Fàtima Bosch, el químico Avelino Corma, la filósofa Adela Cortina, el cardiólogo y director general del CNIC Valentí Fuster, el sociólogo Emilio Lamo de Espinosa, el investigador y Premio FPdGi Investigación Científica 2015 Samuel Sánchez y el físico Lluís Torner.

«Es un honor recibir este premio, porque no solo están reconociendo todo el trabajo que mi equipo y yo hemos realizado durante los últimos años, sino también la formación que he recibido y la influencia que he tenido de grandes profesores», afirma Guillermo Mínguez, licenciado en química por la Universidad de Sevilla y doctor por la Universidad de Sheffield (Reino Unido). Además, cree que es una oportunidad para dar «visibilidad» a la investigación y la ciencia. «Por desgracia, la inversión en ciencia se ha visto reducida con cada recorte. Y premios como el de la Fundación nos ayudan a dar a conocer la importancia de la investigación para nuestro futuro», asegura el químico.

En este sentido, anima a los políticos a informarse y asesorarse con científicos antes de tomar cualquier decisión. «Los científicos analizamos los problemas de una forma objetiva y buscamos soluciones. En toda Europa suele haber un comité de científicos que asesora a los parlamentarios, pero aquí no», se lamenta Mínguez, que también insta a los políticos a invertir más en investigación porque «los países que más han crecido son los que más invierten en ciencia».

Nuevos materiales porosos
El principal ámbito de investigación de Mínguez es el desarrollo de nuevos materiales porosos, distintos de los ya existentes, con objeto de hacerlos «capaces de almacenar selectivamente algunos gases o de crear nuevas propiedades, que sean, por ejemplo, beneficiosas para el medio ambiente», detalla el químico, que admite que primero hay que investigar «y luego, más adelante, siempre encuentras una aplicación para hacerlo útil».

A modo de ejemplo menciona el descubrimiento, en los años cincuenta, de unos nuevos materiales que permitieron desarrollar el láser actual. «Cuando los encontraron, seguro que nadie pensó que con esos materiales se fabricaría un láser que permitiría operar la miopía», explica el sevillano, que espera y confía que todo lo que están investigando «llegue a tener una utilidad práctica, aunque a veces no sepamos cuál exactamente».

En lo tocante al papel de la mujer en el mundo científico, Mínguez es de la opinión de que aún hay «mucho machismo». Una situación que él no ha vivido directamente, pero sí a través de su mujer, que también es científica. «Cuando vamos a un congreso el fin de semana, por ejemplo, a ella le preguntan dónde ha dejado a los niños, cosa que a mí nunca me dicen», critica el científico, que defiende que, «evidentemente, no hay diferencias entre una mujer y un hombre científicos».

Por último, Mínguez recomienda a los futuros estudiantes que «estudien lo que realmente les guste. Y si eliges una opción y no te gusta, no pasa nada por cambiar. Los errores son formación y tu trabajo te tiene que emocionar, te tiene que apasionar». «Y también es importante exigirte al máximo: si puedes dar 10, no te quedes con un 8», los anima el doctor.