Roser Boix conoce muy bien la escuela rural. Primero como alumna y después como maestra. Ha dedicado su trayectoria profesional a reivindicar y poner en valor las escuelas del ámbito rural, centrando su investigación en estos centros y en las aulas multigrado.  

Licenciada en Ciencias de la Educación en la Universidad de Barcelona, se doctoró en la misma Universidad con una tesis sobre la formación permanente de los maestros rurales. También ha trabajado como maestra en escuelas rurales de Cataluña. En la actualidad es profesora titular en el Departamento de Didáctica y Organización Educativa de la Facultad de Educación de la Universidad de Barcelona. Su línea de investigación se centra en la Educación en territorios rurales, y en la escuela multigrado. Además, dirige un Máster Oficial sobre Educación en Territorios Rurales. Boix forma parte del equipo de expertos de «Generación docentes».

¿Qué le diría a un estudiante para animarle a inscribirse en «Generación docentes»?
Le diría que no deje escapar esta gran oportunidad. «Generación docentes» ofrece una experiencia innovadora para su formación, no sólo como futuro docente, sino también a nivel personal. Se trata de una formación global. Este programa brinda a los inscritos la oportunidad de cambiar de comunidad autónoma, descubrir la zona rural y sus valores y tener una mirada global de lo que supone ser maestro. 

Se trata de una formación muy bien orientada, estructurada, seria y rigurosa. Creo que es una oportunidad única para formarse en valores, habilidades, en saber estar y hacer.

Este programa da visibilidad a la escuela rural.
En muchas universidades y facultades de educación no se trata la escuela rural. Por eso, «Generación docentes» es un programa muy importante para las universidades españolas porque en algunos casos amplía y en otros inicia el conocimiento sobre la escuela rural. Este programa, además, da visibilidad a la escuela rural y ayuda a las universidades a poder mantener relaciones con las diferentes escuelas rurales tanto las que se encuentran en la misma comunidad autónoma como las que pertenecen a otro territorio.

Los jóvenes que participan en «Generación docentes» adquiren competencias para trabajar con la multigraduación. ¿Cree que es un aspecto fundamental en la formación de un docente?
Es un aspecto imprescindible, especialmente las competenecias vinculadas a la práctica pedagógica del aula multigrado, al trabajo colaborativo entre centros rurales (CRA) y a la comunidad educativa y al propio territorio rural. 

¿Cuáles son los beneficios de la escuela multigrado?
El valor pedagógico del aula multigrado, el trabajo colaborativo entre maestros de distintos centros, la concepción de identidad del maestro rural, las relaciones con las familias y el territorio rural local, la escuela abierta al territorio, etcétera. 

¿Qué entendemos exactamente por escuela rural?
Por lo general, una escuela rural es aquella que está situada en un territorio rural, es de titularidad pública y tiene aulas multigrado. Son centros pequeños y de pueblo. En algunas comunidades autónomas también se denomina escuela rural a algunos centros que son graduados pero que se encuentran en un territorio muy rural.

¿La investigación es uno de los grandes retos que tiene por delante la escuela rural? 
No nos podemos olvidar de que la investigación sobre la escuela rural es importante. En este sentido, «Generación docentes» no sólo innova en el ámbito de la escuela rural, sino que abre la puerta a que se haga una investigación rigurosa para mejorar la calidad de la educación en los contextos rurales.

He hablado de «Generación docentes» con compañeros de otros países y siguen muy atentos a todo lo que se está haciendo en este programa. No sólo por la formación de los estudiantes sino también por cómo se logra dar más visibilidad a la escuela rural desde una perspectiva rigurosa y seria.