Cuatro jóvenes viven «un día de premio» con la investigadora Silvia Osuna
marzo 7, 2017
Los ganadores del concurso pasan toda una jornada con la científica galardonada con el Premio FPdGi Investigación Científica 2016 y descubren el mundo de las enzimas, las proteínas y la química computacional. La Fundación Princesa de Girona reconoce cada año la trayectoria de jóvenes de entre 16 a 35 años y en una entidad que hayan destacado por su capacidad emprendedora con proyectos innovadores.

Adentrarse en el mundo de las enzimas, las proteínas y la química computacional es el viaje fascinante que emprendieron el pasado sábado los ganadores del concurso «Un día de premio con Silvia Osuna«. Los jóvenes tuvieron la oportunidad de conocer el día a día de esta científica galardonada con el Premio FPdGi Investigación Científica 2016.

Osuna explicó a los premiados que podíamos respirar, movernos, comer o tener memoria gracias a los más de 75.000 enzimas que tenemos en el cuerpo. «Cuando ingerimos un alimento lo podemos procesar porque tenemos enzimas en nuestro organismo. Si no tuviéramos, el proceso de la digestión tardaría millones de años. Para ello son fundamentales las enzimas porque son los mejores aceleradores de las reacciones químicas que existen «. De ahí la importancia de diseñar «enzimas a la carta». Realizar este proceso de manera convencional es lento y costoso porque se basa en pruebas aleatorias. Por ello, Osuna defiende la química computacional que podría abaratar el coste de los medicamentos que se producirían de una manera más eficiente y rápida.

Visita al laboratorio

En el laboratorio de Silvia Osuna no hay microscopios convencionales. Esta investigadora y su equipo trabajan con ordenadores donde aplican modelos matemáticos para estudiar la modificación de las enzimas. Los jóvenes premiados visitaron el espacio donde Osuna y su equipo realizan estos cálculos que se envían a un superodenadores que analiza las probabilidades de éxito de la mutación que han hecho virtualmente a la molécula. Un análisis que puede alargarse semanas. «Sólo se prueban las modificaciones en el laboratorio cuando tenemos claro que pueden funcionar».

La jornada «un día de premio» permitió a los jóvenes descubrir las ventajas de la química computacional para abaratar el coste de los medicamentos y fabricarlos de una manera más ecológica. También conocieron uno de los grandes retos de Osuna: crear un protocolo computacional que permita diseñar cualquier enzima.