Discurso de María Escudero en nombre de todos los premiados de la FPdGi 2018
junio 28, 2018
Majestades, autoridades, amigas, amigos, muy buenas tardes. Me siento profundamente emocionada de estar aquí y de poder decirles, en nombre de todos los premiados, ¡muchísimas gracias! La vida es un conjunto de momentos durísimos y de momentos dulces e inolvidables. Esta tarde compartimos uno de esos momentos preciosos, que se convertirá, seguro, en inolvidable. Gracias a […]

Majestades, autoridades, amigas, amigos, muy buenas tardes.

Me siento profundamente emocionada de estar aquí y de poder decirles, en nombre de todos los premiados, ¡muchísimas gracias!

La vida es un conjunto de momentos durísimos y de momentos dulces e inolvidables. Esta tarde compartimos uno de esos momentos preciosos, que se convertirá, seguro, en inolvidable.

Gracias a la Fundación Princesa de Girona y a los diferentes jurados que apostaron por nuestros trabajos, hoy nos encontramos aquí seis jóvenes apasionados con lo que hacemos, inmersos en proyectos comprometidos e innovadores que nos ilusionan y nos motivan. Proyectos en los que creemos y por los que trabajamos y luchamos cada día.

Yo soy científica —y extremeña, como mi admirada Guadalupe Sabio, que me precedió en este púlpito hace ya seis años—. Desde pequeña, mis padres supieron transmitirme que la ciencia es progreso, que la ciencia es salud y es bienestar. Pero la ciencia también es cultura, y es futuro. Y el futuro que debemos construir entre todos tiene que ser sostenible.

En 2015, mientras realizaba mi posdoctorado en la Universidad de Stanford, en el corazón de Silicon Valley, se celebraba la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en París. En ella, 195 países firmaron comprometiéndose a llevar a cabo las políticas necesarias de acción contra el cambio climático. Recuerdo la alegría, el optimismo y la esperanza que este acuerdo histórico me hizo sentir. Y la electroquímica, mi gran pasión, desempeña un papel esencial en la transición hacia un modelo energético sostenible y limpio.

Pero hoy estoy aquí para hablarles en nombre de todos mis compañeros premiados, también empeñados en construir un mundo mejor:

  • Guillermo, así, investiga nuevos materiales porosos con aplicación en diversos campos, entre ellos la separación de gases, de interés también en energía sostenible.
  • José Miguel, con su empresa bound4blue, apuesta por revolucionar el transporte marítimo con un sistema que sustituye los combustibles fósiles por energías renovables.
  • Soleá, con su música, su voz y su interpretación, nos sumerge en un universo único de sonidos vibrantes y emociones infinitas.
  • Pablo, con su violonchelo, ofrece interpretaciones sublimes e inolvidables que tocan cada fibra de los corazones de aquellos que se detienen a escuchar.
  • Arancha, totalmente convencida de que un mundo más justo es posible y preocupada en especial por la infancia, ha creado una solución tecnológica con el objetivo de identificar y proteger a millones de niños de la calle en todo el mundo.
  • Article 1 lucha por los jóvenes, preocupándose de su formación, su orientación laboral y su desarrollo profesional en igualdad de oportunidades.

Si hemos llegado hasta aquí, ha sido gracias a las personas que nos han acompañado en nuestro viaje. En primer lugar, nuestros padres, que priorizaron nuestra educación y formación, confiaron en nosotros y reforzaron nuestros sueños. También queremos darles las gracias a nuestros maestros, por formarnos y guiarnos. A nuestras familias, nuestras parejas y nuestros amigos, por su apoyo incondicional, su cariño y su comprensión constantes. Y a quienes nos rodean en el trabajo, por hacernos más fácil el día a día.

Como mujer científica, permítanme que exprese también mi gratitud a las mujeres de todos los tiempos que nos abrieron camino en todos los ámbitos, sin olvidar aquellas a las que sus colegas hicieron invisibles. A todas: gracias por inspirarnos.

Algunos jóvenes que salimos del país, entre los que me incluyo, lo hicimos ilusionados, pensando en seguir formándonos en otros entornos. Todavía desde allí —en mi caso, desde la Universidad de Copenhague—, no dejamos de pedir que se invierta más en ciencia, que se respete y escuche a los científicos y que se alcance un gran pacto por la ciencia, que será la base del desarrollo de nuestro país.

Todos nosotros queremos ayudar a cambiar el mundo; un reto ambicioso, pero posible. Tenemos el conocimiento y las herramientas necesarias. Y necesitamos que nos escuchen, como hace la Fundación Princesa de Girona, para que la sociedad tome conciencia de la importancia de nuestros retos.

El reconocimiento inmenso que el premio que hoy recibimos significa nos da fuerzas para continuar trabajando sin tregua. Confiamos en que, gracias a su trascendencia, seremos más visibles y transmitiremos a muchas más personas lo que hacemos, nuestra dedicación, nuestra ilusión y nuestra esperanza.

Los jóvenes, no olvidemos que esta vida tiene que ser un camino lleno de decisiones valientes, justas y equilibradas, encaminadas a construir un mundo más amable.

Seamos ejemplo de perseverancia y trabajo intenso para garantizar un mundo mejor a las futuras generaciones.

Muchas gracias.