Las inteligencias son múltiples, el talento es diverso, pero algunas personas son únicas y debemos hacer que sean visibles para el resto de la sociedad.
En el corazón mismo de nuestra misión, lo que da sentido a nuestra existencia, está la principal actividad de la Fundación: descubrir a jóvenes normales que hacen cosas extraordinarias. Jóvenes que queremos convertir en REFERENTES para el resto de la juventud. Aquí, en nuestro país, y en el mundo.
¿Dónde están los jóvenes innovadores que emprenden caminos nunca antes transitados, siguiendo su intuición, asumiendo riesgos, en los campos de las ciencias sociales, la investigación científica, la empresa o las letras y las artes? ¿Dónde están los jóvenes pioneros que se lanzan con esfuerzo a generar proyectos transformadores para mejorar la vida de la sociedad, en el presente y en el futuro? Valientes y con valores humanos, dispuestos a enfrentarse a los nuevos grandes retos de la humanidad.
Nos entusiasma localizarlos, identificarlos, mostrar al mundo su talento y reconocer su labor. Los premiamos y apostamos por darles visibilidad y por ponerlos en relación entre sí y con los jóvenes que participan en nuestros programas, o acercándolos a un diálogo intergeneracional con expertos y empresarios.
